Texto y edición de imagenes: Lariza Bobadilla
Fotos: Hugo Argüelles
La semana Santa, como cada año, se celebra de distinta manera a nivel mundial, es tanta su fascinación que ha llegado a tomarse como luto global.
Esta vez toco visitar al pueblo de Atlatlauca, lugar que se encuentra entre las comunidades de Santiago Tianguistengo y Tenango del Valle, en el Estado de México.
Como no fue de sorprendernos la sociedad de la región fue muy cerrada al principio, pero amigable al tomar confianza.
Esta vez toco visitar al pueblo de Atlatlauca, lugar que se encuentra entre las comunidades de Santiago Tianguistengo y Tenango del Valle, en el Estado de México.
Como no fue de sorprendernos la sociedad de la región fue muy cerrada al principio, pero amigable al tomar confianza.
La ruta comienza a las puertas de la Iglesia San Bartolomé Atlatlauca, feligreses vestidos de luto cargan la cruz santoral para comenzar la representación del vía crucis y calvario de Jesús.

El juicio fue una de las partes de la escenificación más crudas para los asistentes quienes aclamaban la libertad del hijo de Dios.


Desde el inicio, se observó con ánimos al joven que representó a Jesús, sin embargo el clima no fue lo más satisfactorio para tal personaje, se le veía el dolor y cansancio que obtenía por cargar la cruz desde los pocos minutos de comenzar el recorrido.
Tanto los crucificados como las personas que cumplen promesas, se unen al recorrido, atados de manos a los extremos de grandes u pesados palos que cargan a sus espaldas.

Los azotes fueron inminentes, se escuchaban más fuerte en el cuerpo del personaje de Jesús cuando este brotaba en sudor. Estaba por demás la fatiga que mostraba, su fe por terminar fue más grande.

La primer caída fue inesperada, el sol y demás factores hicieron que esta caída estuviera fuera del lugar contemplado, dejando boquiabiertos a los asistentes.






El rostro de Jesús plasmado en tal tela después de secarle el sudor por, prueba y reafirmación del fervor de la fe ante los creyentes.

La crucifixión de Jesús y sus últimas palabras antes de morir: - ¡Padre mío!, ¿por qué me has abandonado?- dijo.



1 comentario:
pobre cuate... se ve que a de haber sufrido... cuál era su nombre?
Publicar un comentario